El ecosistema marino es el entorno más amplio de la Tierra. La luz solar solo penetra en los océanos hasta una profundidad de 200 metros, y es en esa zona donde se concentra la mayoría de los organismos marinos que conocemos. A medida que se desciende, la temperatura del agua tiende a disminuir: a 2.000 metros de profundidad la temperatura es de 3°C y a 3.000 metros apenas 2°C; en el fondo marino puede llegar a 0°C. La presión aumenta 1 atmósfera cada diez metros. Por ello, las profundidades marinas son un entorno extremo, habitado por pocos organismos, en su mayoría aún desconocidos.

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Con esta exposición queremos concienciar sobre la belleza y las increíbles formas de vida que se encuentran en los abismos más profundos. Estas especies están moldeadas por la presión, la oscuridad absoluta y el frío extremo, y presentan formas increíbles que parecen pertenecer a un mundo casi imaginario. Pero la oscuridad nunca es absoluta: las profundidades abisales se iluminan de manera intermitente gracias a las luces químicas de sus habitantes…

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La exposición tiene lugar en penumbra. Los protagonistas incluyen grandes ejemplares como el calamar gigante de 13 metros de longitud y el tiburón de nariz roma de 4 metros.

En total, la exposición presenta más de 100 especies. De estas, 54 —algunas preparadas mediante taxidermia y otras recreadas como modelos— tienen colores brillantes y se iluminan al ser expuestas a luz ultravioleta.

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Abyss es una exposición modular, por lo que puede adaptarse fácilmente a diferentes espacios, desde un mínimo de 200 m² hasta un máximo de 400 m².